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Momento culminante y crítico: diagnóstico de resistencia insulínica.
Nooo, dice la endocrinóloga, esto está maaal, muy mal, ves (dedo sobre unos números del análisis de sangre) cuatro veces más de lo máximo permitido de insulina.
Primero fue un tratamiento y una dieta. Pronto comenzó el baile de las nutricionistas, una tras otra, tras otra, terrible, todas con paquetes preformulados de dietas en las que solo me tachaban la banana y las pasas de uva. Pensaba yo, después se quejan de que la gente baja dietas de internet, seguro que menos gente lo haría si los nutricionistas fuesen mas empáticos que google.
Al fin encontré una nutricionista con la que congenié, pero lo cierto es que, si bien hay quienes tienen resistencia insulínica y siguen comiendo harina y azúcar y toman la medicación adecuada, yo no puedo, no solo porque mi trastorno parece de los más reacios a tratamiento, sino porque la lógica indica que si mi cuerpo no se banca la glucosa, yo tendría que evitarla.
Conclusión
Nutricionista nro. 5 - Vas a tener que acostumbrarte a cocinar sin azúcar...
Yo - Pero a mi me gusta la repostería y no encontré ningún endulzante que...
Nutricionista nro. 5 - Sin azúcar
Yo - ¿Zin azúcar?